LOS PLANES DE EMPLEO: UNA NECESIDAD
SOCIAL
Una de las características que han distinguido durante los
últimos 25 años a esta Comunidad Autónoma ha sido precisamente la existencia de
los llamados planes de empleo social, dirigidos a los trabajadores parados, que no
cobraban ningún tipo de prestación económica, por un espacio temporal de 3
meses, a cambio de una contraprestación de trabajo, percibiendo tan solo el salario mínimo
interprofesional y con implicación de los Ayuntamientos.
Estos planes nacen en
nuestra región fruto de una fuerte movilización social, especialmente de los
trabajadores eventuales del campo. En la memoria de muchos de nosotros, están
las marchas de parados hasta mediados de
los años 80 por las carreteras de
Albacete, de Ciudad Real, de Toledo, o de Madrid; los encierros en muchos
Ayuntamientos y Diputaciones, las concentraciones y encierros en Toledo, hasta
que en 1985, tras un pacto entre el Gobierno Regional y los sindicatos CC.OO.
y UGT se firma el llamado Plan Social de Empleo, que posteriormente se
convertiría en el Plan de Zonas Deprimidas, dotado inicialmente con 800
millones de pesetas, que fue aumentando su dotación anualmente y que
beneficiaba a varios miles de trabajadores parados del medio rural.
Este plan tuvo muchas virtudes. La primera fue permitir comer
a estos parados que no tenían otra posibilidad empleo; la segunda, fijar
población en el medio rural -tenemos cientos de pequeños pueblos rurales-; la
tercera permitir a estos Ayuntamientos afrontar obras de necesidad social, que
de otra forma nunca se hubieran realizado.
A este Plan, se fueron sumando otros, como el Convenio
INEM-Corporaciones locales, el Plan de Empleo. Durante estos últimos 25 años,
se han venido mantenido con características
muy similares al originario Plan Social de Empleo: Parados sin subsidio, 3
meses de trabajo, salario mínimo interprofesional, obras de carácter municipal
y social, implicación de los Ayuntamientos, aportando fundamentalmente el
importe de los materiales. Siento
disentir fuertemente con la afirmación de que los Ayuntamientos están
arruinados por culpa de estos planes. El problema de los Ayuntamientos es otro
y mucho más grave.
De estos planes se han
beneficiado miles y miles de familias trabajadoras de Castilla-La Mancha
y cientos de localidades y siempre, siempre han nacido desde el dialogo y el
acuerdo social. En la multitud de acuerdos sociales firmados en esta Comunidad –y
que nos permitió avanzar mucho y más deprisa que los demás- entre el Gobierno,
los Sindicatos y la Patronal, siempre han ido incluidos estos Planes.
Quienes estuvimos, como yo, en el nacimiento y de desarrollo
de estos los mismos, nos sentimos orgullosos de haber contribuido de ello y a que
cientos de familias subsistieran y pudieran comer. Defiendo
su filosofía y plena vigencia.
Por eso, cuando hoy oigo y leo las declaraciones de la
consejera de empleo y económica regional y del presidente de la patronal, descalificando
estos Planes y a los propios trabajadores
-los trabajadores nunca han sido ni serán patos como los define el Sr. Ángel
Nicolás, aunque sanguijuelas sí que hay en otros colectivos, incluido al que
representa-, no puedo por menos que indignarme, y llamarlos demagogos y
mentirosos, aparte de irresponsables,
insolidarios e indignos de ocupar las responsabilidades que ostentan. ¿Cómo
pueden responsabilizar a los trabajadores y a estos planes de la situación
económica, cuando, como bien sabemos, los trabajadores estamos siendo las
auténticas victimas?. ¡No se puede insultar con tanta desvergüenza!
Dígame y dígale a esos 272.000 parados y especialmente a los
más 110.000 que no cobran nada sra. Casero -y por favor no me hable más de la
herencia recibida-, cuál es la solución que ofrecen a este tremendo drama. Es
evidente que las medidas de austeridad y recorte no valen. Llevan varios años
aplicándose, especialmente desde que llegaron al Poder y lo único que vemos los ciudadanos con
esa política es que el desempleo crece a razón de 300 parados diarios -hay
70.000 parados más que cuando llegaron al Gobierno-, que cada día los parados
de larga duración son mas, tardan más tiempo en encontrar empleo y su
desesperanza es mayor; que los que no cobran nada se multiplican; que el paro
entre los jóvenes menores de 30 años, supera el 50 por ciento; que cada día que
pasa se deterioran mas la sanidad, la educación, los servicios sociales.
Y además va usted y dice que hay que cambiar la filosofía de
estos planes de empleo y dedicar los recursos a la economía productiva, al
apoyo empresarial. Y lo dice sin caérsele la cara de vergüenza, cuando sabe, como yo y como todo el mundo, que desde
que llegaron al poder no están pagando a nadie y que son cientos y cientos de
empresas las que están sin cobrar y fruto de ello son miles de trabajadores los
que, o bien han perdido ya su empleo o llevan meses sin cobrar. Y que estamos
ante una conflictividad y una desconfianza económica, social y política como
nunca desde el inicio de la democracia.
Y yo le pregunto a usted y al anterior consejero de empleo y
a la sra. Presidenta, con voz alta y firme, donde están las soluciones que iban
a venir de la mano de la tan cacareada y publicitada Ley de Emprendedores. Nadie
los vemos y ¿dónde está el Plan de Empleo Juvenil prometido?. Seguro que en el
baul de los recuerdos
En definitiva, estos planes sociales de empleo son hoy más necesarios
que nunca. Son necesarios para los parados que no cobran nada y puedan
subsistir algún tiempo más; para activar algo la economía y el consumo; para
que nuestros pueblos rurales no se deserticen más y para que los barrios de
nuestras ciudades no caigan en la marginalidad social. Y porque son de
justicia.
Y para ello, la obligación de quien Gobierna es buscar
soluciones y recursos,
que para eso les votaron. ¿No lo han hecho con Bankia, apareciendo de golpe
7.000 millones de Euros? Sí, hay que buscar los recursos y mediante un diálogo
social real y eficaz, consensuar y aplicar las medidas que permitan aliviar la
desesperanza de estos miles de parados, y no insultarlos como han hecho.
ALBACETE, MAYO 2012
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