sábado, 18 de diciembre de 2021

LAUREANO GALLEGO: UN HOMENAJE Y RECONOCIMIENTO MERECIDOS.

JUAN ANTONIO MATA

Ayer estuve en el acto de homenaje y reconocimiento, invitado por su familia, que el departamento de Producción Animal de la UCLM, realizó como motivo de su jubilación al amigo y compañero del alma Laureano Gallego Martínez, Catedrático de nuestra Universidad.

Laureano y yo somos amigos desde que, con 14 años, llegué a Albacete y formamos un grupo de amigos que pasamos nuestros primeros años de juventud juntos en Albacete, extraordinarios por cierto, hasta que la vida -los estudios o el trabajo- nos dispersó por la geografía española.

Allí, en el acto, estuvimos, entre otros muchos amigos y compañeros, Cándido Polo y Fernando Sevilla acompañando a Laureano. Y tambien los exrectores Luis Arroyo y Miguel Ángel Collado, el rector actual Julián Garde, además de Enrique Diez Barba y la mayoría de los profesores y amigos del departamento que durante años dirigió. Y como no, su familia al completo, con Isabel al frente.

El acto sirvió para reconocer la figura de Laureano y el decisivo papel que jugó desde que volvió a su ciudad y se incorporó a la recién creada Universidad, en el desarrollo y consolidación de la misma -fue vicerrector de investigación, de profesorado en el equipo rectoral de Luis Arroyo- y de la escuela de Ingenieros Agrónomos en particular.

Laureano ha dedicado su vida a la docencia, a la investigación, a la formación, al desarrollo y consolidación de nuestra universidad.

El homenaje fue sencillo, cercano y emotivo, en el que todos los y las intervinientes resaltaron la gran personalidad de Laureano, su carácter abierto y discreto al mismo tiempo, su capacidad de trabajo, de dirigir y formar equipos, su entrega a cualquier proyecto que desarrollara, su minuciosidad, su pasión por el campo, por la naturaleza, y sobre todo su humanidad, su honradez, su cercanía, su carácter desprendido, a la vez que socarrón y bromista. Y como no su entrega absoluta a aquello en lo que creía, sin pedir nada a cambio.

Isabel, su compañera de toda la vida, sus hijos y el resto de su familia, amigos de siempre y compañeros, pasamos un día muy agradable, difícil de olvidar.

Laureano se merecía este acto y con toda seguridad mucho mas.

Albacete, 18 de diciembre de 2021

lunes, 22 de febrero de 2021

40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO.

 


JUAN ANTONIO MATA MARFIL

Mañana hará 40 años que un grupo de guardias civiles a las ordenes del teniente coronel Tejero entró en las Cortes, donde se estaba celebrando un Pleno del Parlamento en el que se iba a designar a Leopoldo Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno de España ante la dimisión de Adolfo Suarez. No lo hacían de forma aislada, sino que era una actuación coordinada y dirigida por un grupo de militares y civiles mucho mas amplia, que intentaban dar un Golpe de Estado para terminar en seco y por la fuerza con el sistema democrático. No lo lograron.

Quienes así actuaron lo hacían desde el pensamiento mas profundo de que la libertad y la democracia eran malas en sí mismas y que había que volver al régimen dictatorial que durante cuarenta años nos había gobernado. Eran franquistas, que añoraban el franquismo y la dictadura y odiaban la libertad. Estas y no otras eran las razones que les guiaron, no solo ese 23 de febrero, sino desde el mismo momento en que se inició el proceso democrático tras la muerte de Franco. Nunca aceptaron la libertad y la democracia y todo este tiempo han estado conspirando para terminar con ambas, antes del golpe de estado y después de éste también.

A los cabecillas militares se les juzgo y se les condenó a diversas penas de cárcel, pero seguro que quedaron muchos, tanto civiles y militares, sin condena porque, aunque estuvieran implicados hasta las cejas, no se investigó lo suficiente para llegar al fondo del asunto. De la trama civil, que seguro que existió, no apareció nadie si salvamos al de siempre a García Carres.

Hoy, desde la perspectiva, primero de haber vivido directamente aquél día y segundo de los 40 años transcurridos desde entonces, creo que no exagero si digo que estoy muy preocupado, porque aquellos que nunca creyeron en la libertad y la democracia están intentando otra vez arrebatárnosla. Y están fuertes. Nunca han dejado de conspirar, nunca han dejado de actuar. Ahí están esos militares jubilados firmando manifiestos contra la democracia y el gobierno legítimo salido de las urnas, o afirmando que esto se arregla fusilando a 26 millones de españoles; ahí están algunos jueces, como el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, que sin rubor afirma que “con el Partido Comunista en el Gobierno, la democracia esta en solfa” y ahí están partidos de la derecha como el PP y VOX deslegitimando permanentemente al gobierno, creando crispación, odio y confrontación. Estas derechas que no han condenado la dictadura de Franco, todo lo contrario el Sr. Abascal, por ejemplo afirma, sin rubor, que aquellos años, los de la dictadura, fueron los mejores de nuestra historia y que los añora.

Si, han pasado 40 años pero aquellos que estuvieron en el golpe y sus herederos siguen ahí, no se han ido; todo lo contrario están aquí y con una idea muy clara: terminar con la libertad y la democracia.

No les demos ni armas ni argumentos. Defendámoslas con firmeza, actuando todos en la misma dirección, especialmente aquellos que tienen la responsabilidad de gobernarnos, con el objetivo y con la idea de que ninguna de nuestras actuaciones las pongan en peligro. Hagamos que los ciudadanos, todos y todas, vean y entiendan que la libertad y la democracia son sistemas muy delicados, que no se pueden poner en peligro; que el conjunto de las instituciones son instrumentos que debemos cuidar, mimar y defender; que los jóvenes deben conocer de verdad nuestra historia y que la libertad se consiguió con mucho esfuerzo y sacrificio. Que estos años con sus muchos defectos y limitaciones han sido los mejores de nuestra reciente historia.

La libertad y la democracia no tiene alternativa, salvo la dictadura y la tiranía y esta solo beneficia a unos pocos frente a la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Albacete, 22 de febrero de 2001