lunes, 17 de julio de 2017

¿QUIEN DICE QUE LOS SINDICATOS NO SON ÚTILES A LOS TRABAJADORES?


JUAN ANTONIO MATA MARFIL

AL FILO DE LA SEMANA.

RUEDA DE PRENSA DENUNCIA
Hace dos semanas el equipo de CC.OO. del Campo de Albacete, con su responsable Ana Albaladejo a la cabeza y rodeados de una veintena de trabajadores  temporeros marroquíes, denunciaban la terrible realidad que vivían y  sufrían en la finca en la que estaban trabajando recogiendo lechugas en las cercanías de Albacete. La denuncia salto de inmediato al conjunto de los medios de comunicación provinciales, regionales y nacionales del país con una gran repercusión.(VER VIDEO)

Se denunciaba su situación: trabajo de sol a sol, dos hora de viaje para llegar al puesto de trabajo y otras dos de vuelta, sin ropa de trabajo, ni calzado, ni lugar donde comer, o para hacer sus necesidades básicas, dos meses sin cobrar –les pagaban la lechuga recogida a dos céntimos de Euros-. Los tenía contratados un intermediario marroquí que era el que se entendía con la empresa principal. Su situación, como ellos mismos calificaron, nada tiene que envidiar a la de la esclavitud, ni a las condiciones de trabajo del siglo XIX.  Tras la denuncia no se les permitió iniciar su actividad pese a que ellos han estado viniendo al tajo desde Murcia todos los días.

EN ASAMBLEA
Pues bien, tras la denuncia y las conversaciones mantenidas con la Subdelegación del Gobierno, la Inspección de Trabajo -bastantes tensas por cierto-  y especialmente con la empresa principal por parte de la responsable de CC.OO. de campo en Albacete, se ha llegado a un  acuerdo total, por el que la empresa subroga a dichos trabajadores, les reconoce la condición de fijos discontinuos, la antigüedad y les abona los salarios adeudados de dos meses, incluidos los 15 días que no ha trabajado: unos dos mil euros a cada uno de ellos, amén de la jornada de trabajo, el plus transporte, etc. (VER VIDEO)

Un triunfo sin paliativos de los trabajadores que dieron la cara, del sindicato que desde el primer momento asumió la defensa de los intereses de los trabajadores y su denuncia ante los medios de comunicación y las autoridades laborales, y como no de quien estuvo sindicalmente al frente de todo ello.

De este hecho y de su análisis, extraigo una serie de consideraciones y de conclusiones que voy a intentar exponer.

Primeramente habría que preguntarse ¿como en pleno siglo XXI y en un país como el nuestro existen empresas que imponen estas condiciones de explotación tan inhumanas que se asemejan a la esclavitud?.

No me equivoco al afirmar que no es un hecho aislado sino muy extendido hoy en el sector agrario, concretamente con los trabajadores emigrantes en determinadas zonas y actividades agrarias intensivas en mano de obra. Si bien esta problemática hace tan solo diez años era muy reducida, hoy por desgracia ha crecido de forma alarmante, ante la situación de impunidad con la que actúan estas empresas y las mafias que se mueven alrededor de las mismas y que en palabras de la responsable de CC.OO. “son el autentico cáncer del sector”.

CONDICIONES DE TRABAJO
Y esto es así porque la reforma laboral, especialmente la de Rajoy, ha desequilibrado aun más el poder en favor del empresario; porque ha disminuido la capacidad de intervención de los sindicatos como consecuencia de la misma; porque la Inspección de Trabajo ha reducido en casi un treinta por ciento el número de Inspectores en los últimos siete años, y sus prioridades de actuación se han canalizado fundamentalmente, por decisión política, hacia los trabajadores desempleados y no frente estos sectores empresariales; porque para los cuerpos y fuerzas de Seguridad tampoco está entre sus prioridades. Fruto de todo ello, como ya he dicho,  hay una gran sensación de impunidad por parte de estas empresas y sus intermediarios.

La segunda de las razones, hay que buscarlas en las altas tasas de desempleo, y más concretamente entre los trabajadores emigrantes, que viven en la situación de marginalidad absoluta y se ven obligados a aceptar lo poco que les llega. Situación de la que se aprovechan tanto las empresas sin escrúpulos del sector, como las mafias que operan a su alrededor, conocedoras ambas de la situación de impunidad con la que actúan.

La tercera es una cierta debilidad de los sindicatos, que ven limitada su capacidad de actuación. Es evidente que esta se debe  afrontar desde la cercanía, desde la proximidad y con la máxima atención y conocimiento del sector, que permita dar confianza y seguridad a los trabajadores afectados.
ANA SE EMOCIONA EN RUEDA DE PRENSA

Y la cuarta es el desconocimiento de esta realidad por el conjunto de la sociedad, y por tanto se ve ajena al problema y a su solución.

Contra ella hay que actuar con contundencia por parte de todos –poderes públicos, sindicatos, medios de comunicación, etc.- para terminar con situaciones tan dramáticas y vergonzosas como la que este hecho ha puesto sobre la mesa.

En este sentido, si queremos poner fin a la situación, o al menos reducirla, hay que:

-         -  Terminar con la situación de impunidad que hoy tienen las empresas del sector y los intermediarios, sabiendo que el incumplimiento de las leyes laborales no va a ser gratuito y por tanto que el peso de la Ley más pronto que tarde va a caer sobre ellas. A tal fin sería necesario que tanto las Inspecciones de Trabajo, como las subdelegaciones del Gobierno de cada provincia afectada, desarrollen un plan de actuación concreto, consensuado por los sindicatos y con las patronales del sector, en el que, entre otras directrices, se prohíba la intervención de testaferros o intermediarios en la contratación y que se proceda a suscribir por parte de empresa y  trabajador el pertinente contrato de trabajo, también con participación sindical, en el que se establezcan el conjunto de las condiciones de trabajo, de acuerdo con el convenio colectivo del sector.
-          - Derogar las dos últimas Reformas Laborales, y proceder a la negociación de un nuevo marco de relaciones laborales, en las que se equilibre el poder entre empresa y trabajador, y donde la figura del intermediario laboral, al estilo del que nos ocupa, desaparezca de la normativa.
-          - Adecuar las estructuras sindicales a la problemática del sector, conforme a acordado el XI Congreso Confederal de CC.OO., donde la cercanía, la referencia del sindicato, el conocimiento y la capacidad primen por encima de todo. El trabajador ha de ver al sindicato y al sindicalista cerca, pendiente de su problemática y con capacidad para dar solución a la misma.
-          - Hacer que la denuncia del problema llegue al conjunto de la sociedad e implicarla en la solución del mismo.

En definitiva un problema denunciado con claridad y firmeza por parte del sindicato de CC.OO. de Albacete, donde se ha logrado conjugar cercanía, implicación y conocimiento; a su vez ha sido clave el compromiso de los trabajadores afectados y el de los medios de comunicación, obligando todo ello a una actuación, tanto de la Subdelegación del Gobierno como de la Inspección de Trabajo de Albacete, más eficaz, y una empresa que al verse social y administrativamente desbordada y denunciada se ha sentado a negociar y a pactar un buen acuerdo de presente y de futuro para los trabajadores afectados.

ABRAZO TRAS EL ACUERDO
Desde esta columna no puedo por menos que celebrar el buen final, y sobre todo  felicitar a los trabajadores implicados que han dado la cara, a los responsable sindicales de CC.OO. del sector del Campo de Albacete que han estado al frente de la denuncia,  de la gestión y del acuerdo y muy especialmente a su responsable Ana Albaladejo que ha jugado un papel esencial, y a los medios de comunicación que han sido claves para hacer que el problema tomara la dimensión social que realmente tenia.

Obligado estoy de recordar a quienes han venido diciendo que los sindicatos no son necesarios, o no son útiles, o no responden a los problemas de los trabajadores, que no tiene razón, que éstos son la herramienta más eficaz que tienen los trabajadores para defender sus derechos, como esta demostrado.

Albacete, 17 de Julio de 2017.







sábado, 1 de julio de 2017

XI CONGRESO CONFEDERAL DE CC.OO.: RENOVACION Y RETOS.

JUAN ANTONIO MATA MARFIL


AL HILO DE LA SEMANA. NÚM. 24

Panoramica de la Sala del Congreso.
Durante este fin de semana se ha celebrado en Madrid el XI Congreso Confederal de CC.OO., sindicato mayoritario de España al que he tenido el privilegio de asistir.

Nunca un Congreso de CC.OO. ha sido un acontecimiento menor, todo lo contrario, ha sido siempre de gran trascendencia sindical, social, económica e incluso política. No en vano CC.OO es el primer sindicato de España que recibe el apoyo de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de este país para que representen y defiendan sus intereses.

Como todo Congreso este ha tenido sus propias peculiaridades y este no iba a ser menos. Voy a intentar sintetizarlas.

Una foto para el recuerdo. Buena gente.
Venimos de una crisis que dura más de 10 años, en la que se han perdido millones de empleos; salarios y pensiones han visto reducido su poder adquisitivo; las condiciones de trabajo se han deteriorado gravemente; la negociación colectiva se ha devaluado; el paro supera el 25 por ciento; la desigualdad social se ha incrementado y la pobreza llega al 30 por ciento de la población, etc. Todo ello no ha sido solo fruto de la crisis, sino también por las decisiones unilaterales e injustas que Rajoy y su Gobierno han ido imponiendo. 

A esta realidad hay que añadir otras, como la campaña orquestada por el PP, la patronal y todo su poder mediático contra los sindicatos de clase, con el objetivo de debilitarlos y reducir su capacidad de respuesta contra estas medidas.

En este contexto de crisis, de recortes y de acciones antisindicales han tenido que realizar su trabajo el conjunto de las CC.OO, y cumplir con sus funciones.

Toxo, Unai, Bañez y Carmena. 
De otro lado, desde hace algun tiempo se viene insistiendo de forma machacona tanto desde el Gobierno como de otros sectores interesados, que hemos salido de la crisis, que túnel ha terminado, que la recuperación es un hecho. Pero lo cierto es que, sin dudar de algunos de los datos que interesadamente se hacen públicos, esta recuperación ni se la ve ni se la espera en casa de los trabajadores, en casa de quienes han sufrido más directa y duramente la crisis: el empleo y su calidad, los salarios, los derechos laborales, las pensiones, la cobertura del desempleo, la desigualdad están donde estaban.

Analizar que se ha hecho durante estos cuatro años y sobre todo dar respuesta a la situación actual con propuestas sólidas, creíbles e incluso novedosas que trasladen confianza a los trabajadores y a la sociedad ha sido el objetivo último del Congreso, para así intentar recuperar tanto los derechos arrebatados como construir otros nuevos, adaptados a la actual realidad económica, laboral y social.

Y este Congreso además ha propiciado un cambio generacional. Ignacio Fernández Toxo, un dirigente histórico, con gran solidez ideológica, fuerte personalidad y templanza, que con sus luces y sombras -de todo ha habido- ha sabido gobernar la organización en unos momentos tan complicados y difíciles como los actuales, ha dejado la dirección del mismo, poniendo fin a un mandato de casi nueve años. Su informe ha recibido el apoyo prácticamente unánime de los delegados. Su despedida ha sido emocionante.

Nuevo Secretario General de CC.OO.: UNAI SORDO
Y el Congreso ha elegido a un nuevo y joven Secretario General, a Unai Sordo,  dirigente forjado en el seno del sindicato de Euskadi, del que ha sido máximo dirigente, con un gran bagaje y experiencia sindical que ha recibido el voto favorable de casi el 90 por ciento de los delegados y delegadas del Congreso.

Además ha elegido una nueva ejecutiva con un apoyo menor que el recibido por el Secretario General -61 por ciento de los delegados-, en la que ha habido una importante renovación, con mayoría de mujeres por primera vez y que va a contar con dos experimentados sindicalistas castellano-manchegos, que han desarrollado su actividad especialmente en la organización regional de CLM: José Luís Gil y Lola Santillana que seguro aportaran ideas, conocimiento y compromiso a este nuevo proyecto.

Nueva ejecutiva Confederal: dos castellanos-manchegos
No obstante un hecho extraño, casual o no, ha sobrevolado el Congreso. El mismo día de su inicio aparece en los medios de comunicación que el exsecretario general de CC.OO. de Andalucía, Paco Carbonero, y candidato a formar parte de la nueva Ejecutiva Confederal, ha sido imputado por unos hechos de 2002 relacionados con los tan traídos y llevados ERES de Andalucía, que por cierto CC.OO. lo único que me consta que hizo fue el posibilitar que trabajadores que se veían en el paro después de muchos años de trabajo y con una edad difícil para volver a encontrar trabajo -normalmente mayores de 50 años- se buscaran soluciones para que no quedaran desamparados. 

No obstante este acontecimiento ha provocado discusión, incertidumbre, dudas, tensión y que ha culminado con la decisión de mantenerlo en la lista de la Ejecutiva y que, de alguna forma, ha afectado en el resultado final de la votación: la diferencia de votos al Secretario General y a la Ejecutiva ha sido del 28 por ciento. Conozco a Paco Carbonero desde hace muchos años, y creo en su honestidad, además de en la del sindicato, y creo que nadie duda de ella, aunque, guste o no, el hecho concreto de su imputación está ahí. El tiempo hablará.

Pese a ello, el Congreso ha cumplido con sus objetivos fundamentales: dotar al sindicato de un amplio conjunto de propuestas para el momento actual, reclamadas por la sociedad y necesarias para salir realmente de la crisis, y que su salida llegue y se note en casa de los trabajadores, a la vez que un equipo capacitado y experimentado para asumir ese conjunto de retos. 

¡Enhorabuena y al tajo que hay mucho¡

Albacete, 1 de Julio de 2007