sábado, 23 de febrero de 2013

23F: 32 AÑOS DESPUES



JUAN ANTONIO MATA MARFIL
juanantoniomata.blogspot.com 



Tejero, pistola en mano en el Parlamento
Hoy, hace tan solo 32 años, que un grupo de fascistas, de fanáticos, de enemigos de todos los españoles, aunque se les llenara la boca de “España”, intentaron quitarnos la libertad, y devolvernos a las catacumbas, al miedo, a la represión. Militares y civiles, nostálgicos del poder absoluto y de los 40 años de franquismo,  intentaron segar por la fuerza de las armas, por la violencia, el camino que habíamos iniciado hacia la libertad y la democracia.  Pero no lo lograron. El pueblo español y sus instituciones democráticas, aunque con el Parlamento secuestrado, impidieron que el intento de Golpe de Estado triunfara.

Y hoy, cuando se clausura el X Congreso de CC.OO., la mayor organización social y sindical de este país, la que siempre ha estado comprometida de forma clara y nítida con la libertad, la democracia y la defensa de los trabajadores, no podemos por menos que reafirmarnos en nuestro compromiso con ellas, pese a los seguros e importantes errores habidos y a lo duro y difícil que está resultando esta crisis para todos, especialmente para sus gr-andes victimas: los trabajadores. La libertad, la democracia con mayúsculas, no pueden estar en cuestión, ni tampoco sus instituciones, ni sus organizaciones sociales. Debilitar a las organizaciones sociales, como se está haciendo, desde las instancias del poder que hoy nos gobiernan o desde aquellos medios de comunicación mucho más cercanos a las ideas de los golpistas que a la Constitución es debilitarla.

Han pasado 32 años desde aquel intento de frenarla en seco, suficientes para que hayamos visto de lo que es capaz de lograr el pueblo español en libertad y en democracia. Hemos visto como el país avanzar y desarrollarse en cotas de libertad, de derechos civiles, de bienestar, de progreso económico, desconocidos. Negarlo es negarnos a nosotros mismos y a nuestra propia historia.

El cambio, el avance se consiguió por ese compromiso colectivo, de sindicatos, de empresarios, de instituciones que siempre han buscado antes el acuerdo a través del dialogo que la confrontación, aunque esta haya sido necesaria en muchas ocasiones. El diálogo social ha estado en el eje central de esa importante transformación , siendo los sindicatos de clase, CC.OO. y UGT fundamentales, y los que, con toda seguridad, más han puesto para hacerlo posible.

Por eso, hoy observamos indignados, si indignados que ese el Dialogo Social, clave en las grandes transformaciones del país, el Gobierno del PP lo está eliminando en su forma de hacer y entender la acción política, imponiendo uno tras otro recortes sobre el marco de derechos laborales y sociales que hemos construido entre todos, estrangulando la economía real y con ello condenando al paro y a la desesperanza a 6.000.000 de ciudadanos, al 50 por ciento de los jóvenes, recortando las pensiones, la sanidad, la enseñanza, los servicios sociales y a su vez se entregando miles y miles de millones euros a los auténticos responsables de la crisis, a los bancos o privatizando la sanidad o la enseñanza; y sin olvidar que la corrupción está aflorando a borbotones, afectando presuntamente a personas allegadas a la Jefatura del Estado, a la cúpula del PP, a la cúpula de la patronal, etc. La sociedad española ante todo ello no puede por menos que decir: BASTA YA.

32 años después de aquel fallido Golpe de Estado, la mejor forma de afrontar de verdad el futuro, es como entonces hizo la sociedad española, hacerlo desde el compromiso y el dialogo y pactar una serie de cambios en profundidad que nos permitan a todos recuperar la credibilidad en las instituciones, en la política y en los políticos, en lo público. Es evidente que esto no se logra ni a través de la mentira o el engaño, ni esperando a que escampe, como está haciendo el SR. Rajoy y la Sra. Cospedal en el caso Barcenas.

No se puede negar algo tan esencial como el Dialogo Social; ni empeñarse en desprestigiar o ningunear a los sindicatos presentándolos como antiguallas , ni de seguir por ese camino de recortar y recortar, en solo reducir el déficit público, ni empeñarse en defender la inmutabilidad de la Constitución, cuando la sociedad española no es la misma que la de hace 40 años.

Por eso el mejor homenaje que  podemos hacer a la sociedad española en un día como hoy, es recuperar aquella ilusión, aquel compromiso colectivo de defender la democracia y la libertad y hacerlo mediante el dialogo y el acuerdo, y mientras esto no se produzca seguir saliendo a la calle a manifestarnos, como se viene haciendo, para defender el modelo de sociedad nacido con la Constitución, frente a aquellos que, con otros métodos a los del 23F, pero con consecuencias similares, la está poniendo en peligro.

23 de febrero de 2013









domingo, 10 de febrero de 2013

SR. ROSELL, SOBRAN OTRAS COSAS


JUAN ANTONIO MATA MARFIL
Juanantoniomata.blogspot.com


Juntos Rosell y Díaz Ferrán
Vivimos un momento extremadamente complejo y delicado, en el que lo que no necesitamos declaraciones indecentes y provocadoras como las realizadas por el presidente de la patronal, Sr. Rosell, al afirmar tan irresponsablemente que sobran empleados públicos -300 o 400 mil-y que saldrían más baratos pagarles en su casa, para así no gastar papel o teléfono; o desprestigiando las estadísticas del INE, afirmando que no hay 6.000.000 de parados, o exigiendo profundizar aun mas en la fatídica reforma laboral.

Sus declaraciones han provocado, ¡y de qué manera! a la inmensa mayoría de los ciudadanos, empezando por los más de 2.500.000 de empleados públicos, siguiendo por los 6.000.000 de parados, y continuando con los más de 13.000.000 millones de trabajadores por cuenta ajena.

Si, Sr. Rosell usted con sus afirmaciones ha insultado gravemente a la inmensa mayoría de los ciudadanos, trabajadores públicos o privados, activos o parados. Debiera pedir disculpas y no lo ha hecho, sino que se ha reafirmado e incluso ha ido más allá afirmando que los empleados públicos son la “grasa” que impide que el musculo del país funcione correctamente.

Mire Sr. Rosell, en España no sobran empleados públicos. Ni sobran sanitarios, ni  enseñantes, ni  bomberos;  ni tampoco jueces, inspectores de hacienda o de trabajo, ni fuerzas del orden; y mucho menos personas especializadas en atender a nuestros mayores, ni quienes nos recogen diariamente la basura o hacen que el agua llegue a nuestras casas; ni quienes se encargan de cuidar nuestros ríos y montes; y mucho menos sobran administradores o gestores públicos. ¿Nos podemos permitir el lujo de aumentar el paro en otro medio millón de personas? Pienso que no.

Los servicios públicos son, no solo necesarios, sino imprescindibles en un país moderno y avanzado, para hacer que éste funcione correctamente, y para  garantizar que los derechos llegan por igual a todos los ciudadanos. Los servicios públicos, Sr. Rosell, son los que garantizan un mayor y mejor reparto de la riqueza en beneficio de los mas débiles. Sin servicios públicos ni hay Estado y mucho menos Estado del Bienestar.

Probablemente en este país, sobren otras muchas cosas, pero  servidores públicos NO. Por ejemplo sobran gentes que sin haber dado un palo al agua  en su vida acumulan millones de euros en operaciones especulativas; sobran muchos empresarios que, haciendo competencia desleal a la inmensa mayoría de éstos,  defraudan permanente y constantemente a la Hacienda Pública y a la Seguridad Social; sobran empresarios que para obtener una obra o servicio  público intentan y en muchos casos consiguen, como estamos viendo, corromper bien a políticos o empleados públicos –no se debe olvidar que detrás de un corrupto hay siempre un corruptor, y que estos están casi siempre, en el campo de a quienes representa-; sobran empresarios que no respetan los derechos laborales y provocan cientos de accidentes laborales y con ello la muerte de muchos trabajadores; sobran gentes que se llevan los recursos económicos de este país a paraísos fiscales para evitar pagar impuestos, necesarios por otra parte, para nuestra educación, nuestra sanidad, nuestras pensiones, nuestras carreteras; sobran banqueros y ejecutivos que cobran cantidades astronómicas de todos nosotros y que además engañan a los ciudadanos, con prestamos irresponsables o intereses abusivos; sobran vendedores de preferentes. Todos éstos Sr. Rosell si que sobran y no le oído decir que sobren. 

Sr. Rosell no puede realizar esas afirmaciones, sin caérsele la cara de vergüenza, cuando tiene en la cárcel por estafador y prevaricador a quien le ha precedido en el cargo, al frente de la Patronal, al Sr. Díaz Ferrán, o a un importante número de empresarios implicados en procesos delictivos por evasión de capitales, de blanqueo de dinero o fraude fiscal; o a quienes pagan ilegalmente a un partido político con la insana idea de obtener beneficios públicos.
   
Y sobran Sr. Rosell, las gentes que nos han metido en esta crisis por su ambición desmedida, que han preferido el negocio fácil, en lugar de invertir más en investigación y desarrollo, en modernizar sus empresas y hacerlas así más productivas y competitivas;  nos sobran gentes que lo único que saben es pedir reformas laborales para despedir con más facilidad y mas baratos a sus trabajadores o voces que digan que “hay que trabajar más y cobrar menos”.

Éstos y no los empleados públicos son la auténtica y mala “grasa” que ha impedido desarrollar todas nuestras potencialidades. Se necesita gentes dispuestas a arrimar el hombro de verdad, a pensar que la economía debe estar al servicio de la sociedad y no al servicio solo de intereses particulares y gentes que en lugar de provocar, como Vd. hace, se dediquen a hacer posible el dialogo y el acuerdo social como elemento fundamental para el avance y el progreso y que piensen de verdad en rebajar la cifra de los 6.000.000 de parados ofreciéndoles un puesto de trabajo digno y no aumentarlo como propone.

Albacete, 10 de Febrero de 2013.