domingo, 27 de mayo de 2012

!HACE YA UN AÑO!



JUAN ANTONIO MATA MARFIL

Hace ya un año que se celebraron las elecciones autonómicas y municipales en las que los ciudadanos le otorgaron al Partido Popular el poder en la mayoría de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos. En Castilla la Mancha Maria Dolores Cospedal se hizo con el Gobierno Regional, porque así fue decidido por la mayoría de los castellanos-manchegos que ejercieron su derecho de voto.
Es evidente que Cospedal y el PP no ganaron por meritos propios, sino como consecuencia, por un lado, de la grave situación económica que vivíamos y vivimos en Europa, España y Castilla-La Mancha, aunque sus orígenes estaban fuera del país, debido a las políticas “ultra o neo liberales” que se vienen practicando en el mundo desarrollado de hace ya demasiado tiempo; y por otro por la mala gestión que de la crisis hizo el Presidente del Gobierno, especialmente a partir del 10 de mayo 2010,  provocando un fuerte rechazo social, entre ellos el mío, al no entenderse ni asumirse el conjunto de medidas adoptadas por el Gobierno –bajada de sueldo de los funcionarios, congelación de las pensiones, reforma laboral, subida del iva- y mucho menos que estás no fueran acompañadas de otras dirigidas hacia aquellos que más tienen, repartiendo así las cargas. Medidas como la creación de un impuesto sobre grandes fortunas, recuperación del de patrimonio, reforma y control del sistema financiero, se echaban de menos. A una parte se le obligaba a un gran esfuerzo, y a la otra no. Se optó por plegarse a las  políticas de ajuste de Merkel y Sankozy, y no a confrontar con ellas.
Ante ello, los ciudadanos, en la primera ocasión que tuvieron, mostraron su disconformidad y rechazo  votando más frente a Zapatero que frente a la gestión realizada por los Gobiernos de las diferentes comunidades autónomas y ayuntamientos. Aunque también existieron razones y errores propios.
El Sr. Rajoy y su equipo tuvieron el gran merito de saber alimentar y gobernar ese sentimiento negativo. Su clara posición de obstruccionismo, de confrontación, de bloqueo hacia cualquier posibilidad de negociación y acuerdo, ya fuera político, social o institucional, buscaba eliminar al contrario, con el único objetivo de hacerse con el poder, aunque ello le saliera caro al país, como le está saliendo.
Soy de los que cree que esa política de confrontación global practicada por el PP ha sido nefasta para todos, y nos ha colocado en la delicadísima situación económica que estamos viviendo en estos momentos. Esta es una parte de la herencia recibida y de la que no hablan.
Si desde el inicio de la crisis hubiera habido una política de Estado frente a esta y todos hubieran remado en la misma dirección, la situación del país sería muy otra, y seguro que estaríamos andando ya por la senda de la recuperación y de la de creación de empleo.
He defendido desde el inicio de la crisis, en todos los foros en los que he participado, que no han sido pocos, que no era momento ni de contar parados para echárselos en cara unos a otros, ni de escamotear esfuerzos, sino de trabajar todos juntos y en la misma dirección. Llamaba siempre a instituciones, partidos, sindicatos, organizaciones económicas y sociales, afirmando que era momento de grandes acuerdos, de grandes pactos en el terreno político, institucional y social. Planteamiento éste en el que coincidíamos muchos, pero que no fue puesto en práctica, probablemente por culpa de todos, aunque creo que de unos mas de otros.
Hoy oigo a los gobernantes del PP reclamar insistentemente que es necesario arrimar el hombro, y se me viene a la cabeza aquello de que “no es lo mismo llamar que venir a abrir”. Opino igual que entonces: es necesario el compromiso y el acuerdo de todos. No he cambiado de criterio porque ahora gobierne el PP.
Me pregunto ¿quieren realmente un marco de diálogo y acuerdo los actuales Gobernantes del PP?. Son sinceros cuando lo plantean. Y mi conclusión es rotundamente no, empezando por  el Sr. Rajoy o la Sra. Cospedal. Solo hay que mirar el conjunto de medidas que desde que están el poder vienen adoptando, una tras otra, en el gobierno central, autonómico o municipal sin el más mínimo proceso de diálogo o acuerdo. Se han instalado en la prepotencia, en su verdad única y absoluta, y desde esa posición están adoptando un conjunto de medidas que tienen por objeto crear un nuevo modelo social al servicio exclusivo de intereses privados y empresariales, en detrimento del conjunto de la sociedad, y que sus consecuencias son evidentes: la economía productiva totalmente estrangulada, más paro, mas recesión, menos consumo y mas desconfianza económica y social.
El objetivo es claro: desmontar el marco de derechos sociales, laborales y ciudadanos que se ha ido construyendo en estas más de tres décadas de libertad y democracia, porque así lo quieren los poderes económicos y debilitar al mismo tiempo el tejido social.
Pero deben saber quienes así actúan que los ciudadanos y sus organizaciones sociales, no se van a estar quietas. Es evidente que no lo están: véanse el conjunto de movilizaciones, cada vez importantes, o el resultado de las elecciones en Andalucía, Asturias o Francia.
Si están instalados en la confrontación, como ya hicieron en la oposición, en lugar de en el dialogo y el acuerdo, no pueden pedir y menos exigir arrimar el hombro, si al tiempo imponen medidas como la reforma laboral, los brutales recortes en la enseñanza o la sanidad pública, la eliminación de los planes sociales de empleo, o el debilitamiento del sistema propio sistema democrático, sin el más mínimo intento de diálogo.
Han buscado la confrontación y el conflicto social y este, por desgracia, está servido. Cada día son más los ciudadanos indignados con estos gobiernos del PP, con el conjunto de sus medidas, y con su incapacidad para dar solución a los problemas reales de los ciudadanos.  

Albacete, mayo 2012


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