Su marcha es la marcha de un militante comunista, de un
militante del Partido desde siempre, de un autentico luchador por la libertad
y la democracia, una solida referencia
para aquellos jóvenes que al final de la dictadura nos comprometimos en
Albacete con la ideas de justicia y libertad afiliándonos al PCE, y sobre todo
un ejemplo de compromiso y solidaria.
Ezequiel dedico toda su vida a la lucha por la libertad y le
costó caro. Ya con solo 16 años se afilia a la JSU y falsificando la documentación
se incorpora como voluntario al ejército republicano participando en la defensa
de Madrid, viviendo allí lo que él llamaba la traición de Casado.
Finalizada la guerra civil regresa como puede a Albacete e
inmediatamente comienza a intentar reorganizar el PCE en la ciudad y pocos
meses después junto a otros compañeros es detenido y torturado y con ello recibe
sus primeros cinco años de prisión. Tras salir de la cárcel en 1943 nuevamente
entra en contacto con el PCE siendo una de las referencias del llamado grupo de
“la calle Tejares” y tras la caída en 1947 de la organización en Albacete, es condenado
y pasa otros cinco años más de cárcel. Sus
años de clandestinidad y de cárcel están reflejados en sus memorias “De la República,
la guerra, la represión y la resistencia”, publicado por el Instituto de
Estudios Albacetenses, un testimonio desgarrador de lo que fue la represión y
las cárceles franquistas.
A principios de 1970 participa desde el primer momento en la
reorganización del PCE, siendo una de las referencias y voces más solidas,
junto a las de José Calderón, Diego García, Rafael Jiménez, los hermanos Gómez
Urrea, Flores, Argimiro Villena, Carlos Molina, y muchos más que vivieron la
represión, la cárcel o el exilio. Dedica toda su capacidad y su trabajo a
luchar contra la dictadura de franquista y contra el fascismo. No escamoteó ni
esfuerzo, ni sacrificio.
Desde el momento en que se logra la libertad en nuestro país,
siempre ha estado ahí dando ejemplo, dando consejos, manifestando su opinión
que le gustaba dejar muy clara y aceptando disciplinadamente las decisiones que
se fueran adoptando. Es miembro de las diferentes direcciones locales,
provinciales y regionales del PCE y muy especialmente participa activamente en
el grupo municipal del PCE o de IU del Ayuntamiento de Albacete.
Ezequiel fue un hombre sencillo, austero, trabajador, apasionado,
de convicciones muy firmes, gran conversador. Y además era muy familiar. Verlo
con Isidora su compañera de toda la vida y madre de sus dos hijos, y de sus
cuñadas Maruja y Fefa era lo normal, acudían junto a todos a todo. Maruja fue
una gran mujer, adelantada a su tiempo, que sufrió la represión franquista y el
exilio.
En definitiva Ezequiel, último testigo directo de nuestra
guerra civil, o del grupo de la calle Tejares, ha sido un ejemplo y una
referencia de todos nosotros, que se merece todo el cariño, reconocimiento y agradecimiento
por su compromiso y lucha en defensa de la libertad y la justicia.
No te olvidaremos. Descansa en paz.
Albacete 20 de septiembre de 2022
D.E.P
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