JUAN ANTONIO MATA
MARFIL
Sabía que “El DIA”, como grupo de comunicación, estaba
pasando desde hace algún tiempo dificultades económicas muy importantes, fruto
no solo de la crisis, sino de la falta de apoyo y sensibilidad del Gobierno de
María Dolores de Cospedal y hacia un sector, el de la prensa escrita, que como
otros muchos esta pasándolo tan mal que está desapareciendo, sin que hagan nada
para parar esta hemorragia continua de medios y profesionales.
Pero cuando el
jueves por la noche, Santiago Mateo, el impulsor de este importante
grupo de comunicación, me pedía que escribiera un articulo o una colaboración
para el último número impreso del periódico, no solo me sorprendí, porque no
conocía este hecho, sino que me alarmé más de lo ya estoy: Otra voz más que se estrangula, otro silencio que se impone, fue mi
reacción inmediata.
El fin de la edición impresa de El DIA, al que se va a
unir prácticamente ya, la del diario “La Verdad” en Albacete, o el ya liquidado
de El Decano, Nueva Alcarria en Guadalajara y Guadalajara 2000, por citar
algunos, no son cierres de medios cualesquiera, ya que son periódicos que
nacieron hace ya muchos años, y no nacieron, como algunos otros, bajo el
impulso o el paraguas del boom inmobiliario, sino que como, en el caso de El
DIA DE CUENCA son 29 años los que lleva saliendo diariamente a los
quioscos o 34 en el caso de La Verdad.
Muchos pensábamos que ante la crisis y ante el impulso de
las redes sociales, se iba a producir una cierta reestructuración del sector
informativo, pero nunca que esta iba a alcanzar las
dimensiones tan dramáticas que está alcanzando, y mucho menos que el nuevo
poder político nacido de las elecciones de mayo de 2011, iba a provocar un
trauma y un desastre de las dimensiones que ha provocado, ni que iba a actuar
con el sectarismo que lo está haciendo.
Con el cierre de El DIA, como con el de otros ya
cerrados, o en vías de liquidación, o con fuertes reducciones de plantillas, no
solo se está instalando una mordaza a la libertad de expresión y de
información, y no solo se están destruyendo empresas de muchos años, sino que
se ha mandado al paro a cientos de profesionales de la información en esta
región, y eliminando cualquier perspectiva o posibilidad de futuro dentro de la
profesión periodística para ellos.
Es cierto que las redes sociales y los diarios digitales
están avanzando y están intentando ocupar un espacio importante, pero éstas no
pueden suplir totalmente a la edición impresa. Ya no vas a tener por la mañana
en el bar al que vas a desayunar o a tomarte un café el periódico con el que no
solo te informas, sino en el que conoces otras muchas opiniones o reflexiones
sobre los acontecimientos diarios. La revolución habida durante estos años en
los modos y formas de informar no puede, ni debe, terminar con la edición
impresa. Hoy ambas son imprescindibles
Durante mi larga vida pública, tanto como responsable
sindical en Albacete y en Castilla-La Mancha o como Presidente del CES, mi
contacto con los medios ha sido permanente y por tanto he conocido, convivido,
disfrutado y sufrido a la prensa. Y de todo ha habido.
Tanto con Santiago Mateo con el que no he coincidido en
muchas ocasiones y con el que incluso hemos mantenidos conflictos de intereses
derivados de lo que cada uno representábamos y que ambos conocemos, pero no es
óbice para dejar de valorar su capacidad de emprender y su capacidad como
empresario.
He conocido a una parte importante de su plantilla de
periodistas a: Carlos Iserte,
Juani Patiño, Ana Moreira, Machuca, Paco
Llana, Juanma, Javier Semprum….y a todos esos auténticos profesionales de la
información, con los que he mantenido una relación muy directa, muy cercana, y
de colaboración, que me ha permitido incluso consolidar una relación personal
con todos ellos.
Por eso hoy cuando escribo estas breves líneas –que no me
gustarían que fueran de despedida- quiero recordar a todos ellos, y a su
impulsor, Santiago Mateo, reivindicar una prensa libre al servicio de la
libertad y la democracia, y pensar que esta Región, se ha consolidado, se ha
hecho mayor de edad, ha crecido y ha mejorado el bienestar de sus ciudadanos
porque, entre otras muchas cosas ha habido medios de comunicación implicados
con Castilla-La Mancha, con su avance y transformación, y sobre todo con sus
gentes. Y cuando ves que esto termina, sientes que algo tuyo, muy cercano e
imprescindible en una sociedad democrática, se va, mejor dicho te quitan, y con
ello te amordazan esa voz necesaria que nos ha permitido siempre avanzar en libertad.
Ojalá que pronto podamos volver a leer EL DIA, La Verdad
y otros medios desayunando o tomando el café por las mañanas.
Gracias Mata por acordarte de nosotros. Momentos duros los que vivimos, pero ya vendrán mejores. Mientras tanto nos veremos en las redes, que aquí al menos nuestra voz puede tener eco. Saludos.
ResponderEliminarGracias a ti por la amistad y el reconocimiento que siempre me has dado.
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