martes, 26 de marzo de 2013

SE CIERRA MI BARBERÍA.


JUAN ANTONIO MATA MARFIL
juanantoniomata.blogspot.com



El sábado santo, 31 de marzo, se cierra la Peluquería Centro que abrieron hace 33 años, los hermanos Henares (Lucas y Pepe) y Gil, Gilaco para los amigos, en la calle Ancha, junto al Altozano. Por esa “barbería”, como a mí siempre me ha gustado llamarle, hemos pasado cientos de albaceteños a cortarnos el pelo, y allí siempre hemos coincidido con un amigo, con un conocido, y como no, con desconocidos. Siempre, mientras esperas o te pelaban, encontrabas con quien hablar. Se comentaba de todo: de toros, de futbol, de la feria, del tiempo, de las vacaciones, de la familia, o de cualquier cotilleo del momento; también, con prudencia, de lo que pasaba en el país, de las elecciones, de la economía o de la gestión municipal. No había palillo que no se tocara. Y como no, al oír cantar las perdices que Lucas siempre tenía en el patio, en sus jaulas y perfectamente atendidas, se hablaba de caza, especialmente del  “reclamo”, su pasión, seguro que ahora tendrá más tiempo para ellas. Gil y yo nunca dejábamos de mencionar ni al Sahuco –donde tiene su refugio-, ni al Cristo, ni a las Peñas, y mucho menos preguntarnos por nuestras familias.

Cuando mi familia se trasladó de Peñas de San Pedro a Albacete en el año 1962, coincidimos  en la calle Padre Romano, con la barbería de Juan Hilario, el padre de Gil. Por cierto hombre polifacético donde los haya: barbero, practicante, sacamuelas, matarife, capaor, agricultor y alguna cosa mas. Desde entonces siempre he puesto mi cabeza y mi pelo en sus manos, primero del padre y después del hijo.  

Por eso, desde que hace unos días fue a pelarme y Gil me comentó que era la última vez que me cortaba el pelo, que cerraban al  jubilarse definitivamente los tres, me vinieron a la cabeza muchos recuerdos, siempre buenos, de mi paso mensual durante tantos años por aquel amplio y señorial salón. La noticia de la jubilación, lógicamente me alegraba, pero al mismo tiempo me producía zozobra, por no decir inquietud: ¿Quién me va a cortar el pelo ahora todos los meses, me he venido preguntando desde entonces?. Todavía no he encontrado la respuesta, porque no es fácil andar de mudanza después de tantísimos años

Esta mañana, al irme al trabajo, he cogido mi cámara de fotos y a la hora del almuerzo me he  acercado a la peluquería a verlos y decir adiós al local y a los sillones, y tener un recuerdo de estos años de amistad. Han llegado durante el corto tiempo que he estado allí,  clientes que no sabían nada, otros conocedores del tema a pelarse por última vez, y ha habido quien venía a despedirse y darles las gracias. Casualidades de la vida, ha llegado mi amigo y compañero de fatigas durante estos años que he estado corriendo por todo el país, Joaquín Cazaña, que llegaba, como no, para que Pepe le arreglara el pelo por última vez.

Lógicamente estaban emocionados, agradecidos por el cariño que estaban recibiendo y al mismo tiempo tristes. Las lágrimas han asomado a sus ojos. Son más de 50 años de profesión, de ir todos los días, sin faltar uno, a su centro de trabajo, a su peluquería, a cortar el pelo a quien se dignara pasar por allí, a hablar de lo divino y de lo humano. Saben que tan solo dentro de cuatro días, van a finalizar los tres su larga y digna trayectoria profesional y les va a cambiar totalmente sus vidas. Y además espero que para bien.


Con el cierre de la “barbería” del Altozano,  nos quedamos huérfanos cientos de albaceteños, que andaremos errantes hasta que nos acostumbremos a un nuevo “barbero”. No nos quedará otro remedio. Los habrá esperándonos con los brazos abiertos. Gil me ha ofrecido un trato muy goloso: Que un fin de semana al mes, vaya al Sahuco y allí me pela y me invita a almorzar. Más de una vez lo haré.

Gracias a los tres por vuestra amistad. Buena suerte. Nos seguiremos viendo.

Albacete, 26 de Marzo de 2013.


1 comentario:

  1. Buenas Antonio, soy Gil hijo, muchas gracias por el reportaje. Un abrazo.

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